En el ámbito de la panificación y sus derivados, las técnicas frigoríficas desempeñan un papel fundamental en el manejo de masas, la fermentación, los períodos de reposo y el almacenamiento. Estas técnicas incluyen el traslado a almacenes refrigerados o congeladores, con condiciones de temperatura controladas y seguimientos específicos para asegurar un control preciso de los tiempos. Las instalaciones frigoríficas son elementos esenciales para salvaguardar las propiedades de los productos. En el caso específico del pan, la correcta gestión de la temperatura durante la fermentación es crucial para lograr la textura y el sabor deseados. Del mismo modo, en el proceso de almacenamiento intermedio, mantener una temperatura constante es vital para preservar la calidad y prevenir posibles alteraciones.